LA RUTA DEL TÉ DE MISIONES

Nuestra experiencia

"Camina como si estuvieras besando la tierra con tus pies" escribió el monje budista de origen vietnamita Thich  Naht Hanh.

Creo que esa frase es la que más se acerca a la realidad que vivimos los tres días de la Ruta del Té de Misiones, especialmente cuando nos conectamos con la tierra y las plantaciones mientras cosechábamos té a pleno sol.

Las tres decidimos vivir la experiencia en la Ruta del Té de Misiones en febrero de este año. Mirándolo en perspectiva, fueron tres días conectadas a la naturaleza y a lo que nos apasiona, por lo que no nos costó nada hacer realidad lo que dijo Thich Naht Hanh.

Argentina está dentro de los diez mayores productores de té del mundo y también de los principales exportadores, ya que más del 90% del té argentino se vende al exterior. Estamos muy cerca de una de las mayores regiones tealeras del mundo, pero quizás por haberse dedicado desde el inicio casi exclusivamente al té de elaboración industrial para mezclar con otros tés, para saquitos o con el fin de elaborar té frío y no dedicarse al té artesanal de hebras sueltas no somos conscientes de la dimensión de su producción. Se estima que fue un sacerdote ucraniano el que introdujo las primeras semillas de té en Misiones a principios del Siglo XX, que luego se extendió por toda la provincia y por el norte de Corrientes. Actualmente, según el reporte de la FAO con datos de 2017, Argentina produce 79.000 toneladas de té negro al año y exporta casi 73.000 toneladas. Las proyecciones a 2027 indican que la producción crecerá en aproximadamente 20.000 toneladas. Este volumen de producción indujo a los argentinos a transformarse también en un país diseñador, productor  y exportador de maquinaria de té sofisticada para optimizar la producción propia y de otros países.

Casi un siglo después de la primera plantación de té, los productores, en conjunto con el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) están de forma constante buscando mejorar el desarrollo de las plantas de té, así como también comenzando a elaborar té de forma artesanal en hebras, a menor escala, para ofrecer un producto distinto, de mayor calidad, capaz de competir con tés artesanales de todas partes del mundo.

Es en esta línea de acción e investigación, Carolina Okulovich, representante de la cuarta generación de una de las empresas tealeras y yerbateras más grandes de Misiones, Don Basilio, creó la Ruta del Té en Oberá, Misiones, un espacio para promover el consumo de té y dar a conocer las distinas formas de elaboración que existen en la provincia.

Para nosotras tres, la experiencia fue reconfortante y significó un antes y un después en nuestra formación, como sucede con los viajes edificantes, donde es mediante la vivencia que se absorbe y aprende en poco tiempo lo que quizás la teoría nunca pudo aportar de forma completa.  Más allá del aporte a la formación de té, también es una experiecia que puede transitar cualquier persona que quiera estar en contacto con la naturaleza y con el proceso de crear y transformar con sus propias manos una planta tan noble y versátil como la Camellia Sinensis.

De las propuestas que ofrece la Ruta del Té , nosotras elegimos la elaboración de té verde y negro a lo largo de tres días y lo hicimos en un grupo de 10 personas, junto con Carolina, quien nos acompañó e instruyó en todo momento, contándonos todo lo que implica ser poductor y exportador de té para varias empresas pequeñas y familiares y tambien multinacionales.

El primer día conocimos el proceso industrial y estandarizado del té negro en la fábrica, que se compone de varias etapas y comienza con la cosecha que se extiende desde octubre a abril. Se recolectan las hojas frescas y se transportan en camiones hasta la fábrica. Una vez allí, el marchitado permite la reducción de agua de las hojas para que luego sea posible  enrollarlas con la máquina enrolladora, que aplica una leve presión mientras enrolla durante 30 minutos las hojitas y va rompiendo sus células  para liberar compuestos químicos. De allí se vierten en la máquina Rotorvane, que se utiliza en el método CTC (crush, tear, curl/triturar,cortar,enrollar), que desmenuza la hebra y la deja pronta para poder rellenar saquitos.  Una vez trituradas, se produce la oxidación ya que las hojitas siguen en contacto con el aire y van tomando el característico color negro. Para cortar este proceso, se secan y también se reduce la humedad de las hojitas. Por último se clasifican y se separan de tallos, polvo y fibras para dar lugar al tipificado, que consiste en adaptar la maquinaria  de acuerdo al grado de té que se quiera lograr para el saquito: dust, fannings, OP, BOP. Cada grado tiene tamaño, color y sabor característico. Finalmente el té negro se envasa en grandes bolsas para transportar en camiones que se destinan al consumo interno o en contenedores para exportación.

En el caso del té negro artesanal, la cosecha se hace por la mañana y de forma manual se elige el brote y las dos hojitas que le siguen (las más tiernas) pero el tallo no se corta, se deja intacto en la planta. La cosecha se va depositando en un canasto y se mezclan las hojitas cada tanto para que comiencen el marchitado natural de forma pareja. Se vierte lo cosechado en balanza y se pesa para conocer el rendimiento de oja fresca versus cantidad de gramos que queda en seco.

Las hojitas se vuelcan en una bandeja y a través del contacto con el aire se logra que queden fácilmente manipulables. El enrulado y oxidado se hace a mano, amasando  y presionando las hebras, que comienzan a liberar agua, aceites y aromas intensos. Se las deja reposar en una bandeja tapada con nylon de un día a otro (durante 15 horas) y se exponen en la rejilla del secadero a más de 80°. Luego de unos minutos, se mezcla con las manos y controla que se sequen de forma pareja. Una vez que las hebritas están crujientes, las retiramos del calor y se espera para envasarlas en pequeñas bolsas.

Lo más interesante de los tres días en la Ruta es darse tiempo para entender y comparar los procesos del té y de la naturaleza en general, ya que todo está diseñado para lograrlo; la pequeña fábrica artesanal se construyó en medio de un parque con gran diversidad de árboles, plantas, flores, pájaros  y hasta pequeños lagartos que deambulan por el predio de forma tranquila, mimetizándose con la paz del entorno.  En esta armonía se elaboran los tés artesanales, esperando, observando los cambios de color, reconociendo texturas y aromas que van cambiando a lo largo del día. Mientras todos estamos absortos reconociendo cada etapa, Carolina comenta que en su experiencia conviviendo con los visitantes,  puede reconocer cómo cada té refleja de alguna manera las características de la personalidad de quien lo elabora. Al final de los tres días, pudimos entenderlo y comprobarlo, ya que aunque todos seguimos el mismo proceso artesanal, los tés que cada uno elaboró se sintieron tan deliciosos como distintos en aroma y en sabor.

Para conocer más de la industria del té argetino y de la Ruta, Carolina respondió nuestras preguntas:

1 ¿Cómo fue el proceso que te llevó a crear la Ruta del Té y  cuáles fueron las razones que te impulsaron a hacerlo realidad?

C: Lo que me impulsó a crear LA RUTA DEL TE fue darme cuenta de que no teníamos en nuestra Provincia de Misiones, que es la principal  productora de té de América, ningún lugar donde poder conocer a cerca del té, nadie que cuente la historia. Así es que junto a mi madre, que fue de gran ayuda, creamos la idea la ruta del te, un lugar donde cualquier persona que sepa o no de té, pueda entender desde la planta  hasta la taza.

2 ¿Cómo describirías el momento que vive hoy la industria del té argentino? Tanto de la elaboración industrial como de la artesanal (o también llamada gourmet).

C: La industria del té en Argentina es la más tecnológica e inocua del  mundo. Siempre hemos tenido que ser innovadores para poder mantenernos  en el mercado y ser competitivos y eso nos ha llevado al lugar que  ocupamos ahora, donde desde nuestra Provincia se exporta no solo el know how, sino que también maquinaria relacionada a la industria. Actualmente  las empresas exportadoras poseen diferentes tipos de certificaciones relacionadas al cuidado del medio ambiente, a la responsabilidad social, inocuidad de producto, y se exporta a todo el continente.

Respecto al té gourmet o a las hebras, de a poco se esta generando un mercado que desde mi punto de vista va a ser muy interesante para  nuestra Provincia, tenemos muy buenas hebras, incluso varias de ellas ya  premiadas y reconocidas en países como Francia, EEUU, y Canadá.

3 ¿Cuáles son las propuestas que tiene La Ruta del Té de Misiones durante el año para aquellos que quieran aprender y conocer el proceso de elaboración del té?

Existen varias propuestas: visitas guiadas de 1h30´de duración en las que se hace un recorrido por el procedimiento del cultivo y la elaboración del té, visitando los jardines de té, la fábrica a escala donde producimos nuestros tés en hebras y al término del recorrido disfrutaran de una agradable degustación de té. También se puede optar por una mañana de cosecha, almuerzo de tres pasos, elbaoración del propio té "express" a lo largo de un día o elaboración de té verde y negro en tres días, donde también visitamos la fabrica industrial y plantaciones.

4 ¿Cuáles son las perspectivas para la industria del té argentino en el futuro próximo?

En estos momentos del país,  estamos atravesando una tormenta donde el gran desafió es mantener las industrias en marcha y debemos ser competitivos con los precios de los otros países productores.

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